La comunicación es de las cosas más importantes en una sociedad. Gracias a ella, conocemos los gustos, necesidades e inquietudes que tienen las personas. Pero, no siempre es igual en todas las edades. A medida que vamos envejeciendo, nuestra capacidad de comunicar se complica.
No es igual mantener una conversación con un joven que mantenerla con una persona mayor. Esto se debe a problemas de audición, deterioros cognitivos, medicinas que generan somnolencias, etc. Suelen ser barreras que entorpecen las relaciones con nuestros seres queridos.
Es habitual que perdamos la paciencia ante estas situaciones y que las personas mayores se frustren. Eso puede conllevar al aislamiento y, en casos graves, producir cuadros de depresión. Por eso, desde Innova Asistencial os vamos a contar algunos consejos para que la comunicación entre ambas generaciones sea efectiva y de calidad:
Mi actitud, clave para la comunicación con la persona mayor
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de querer comunicarse con una persona mayor es la actitud con la que vayas. La paciencia y la dedicación son clave para que la conversación sea efectiva y positiva.
Además, las formas en las que vamos a mantener una conversación con nuestro ser querido deben cambiar dependiendo de su situación. Es decir, debemos conocer cuál es su barrera comunicativa, si una enfermedad, dificultad en el lenguaje, pérdida de algún sentido, etc.
Sabiendo esto, deberás actuar de una forma u otra. Por ejemplo, si la persona mayor padece pérdida de audición, deberás ayudarla a que se ponga el audífono y llevarla al médico. En el caso de que sufra pérdida de memoria, ayudarla a ir poco a poco recordando cosas de su pasado.
2 factores a tener en cuenta para una mejor comunicación
Igual que tu actitud es importante, hay otros factores que hay que tener en cuenta para que la persona mayor se sienta agusto y capaz de mantener una conversación estable.
El entorno, ¿cómo debe ser?
El entorno donde vamos a mantener una conversación es fundamental. Esto ayudará o no a que la comunicación se haga de forma fluida.
Los ruidos externos, los ambientes estresantes o desconocidos y los ruidos molestos harán que los mayores tengan menos capacidad para concentrarse o, en el peor de los casos, que se cierren en banda y no quieran emitir ni una palabra.
Por ello, es primordial buscar un sitio tranquilo y familiar. Desde Innova Asistencial te recomendamos que para que fluya mejor la conversación, apagues todos los aparatos electrónicos para que no haya distracciones.
La comunicación, cuanto más sencilla, mejor
La manera de comunicarnos facilitará o entorpecerá la conversación con nuestros mayores. Por eso, lo mejor es seguir estos X consejos:
- Utiliza frases simples. Cuanto menos compleja y subordinada sea la oración, más fácil de entender será. La claridad es clave. Una buena comunicación es entender pero que te entiendan también. Por tanto, evita las preguntas rebuscadas.
- Mirar a los ojos de la persona. Una buena comunicación se basa en conectar con la persona que te escucha.
- Articula bien tus palabras, es decir, vocaliza. La audición es un sentido que con los años se va perdiendo, por eso es importante que hables despacio, bien articulado y establecer contacto visual.
- Repite las frases sin que parezca que te moleste. Es normal que a veces haga falta volver a decir una frase una y otra vez. Es el momento perfecto para demostrarle a la persona mayor que no te importa hacerlo.
- No gritar. Es un error que suele cometer mucha gente. Nosotros también debemos estar cómodos en la conversación y nuestro tono debe estar ajustado a su capacidad auditiva.
¿Qué tema de conversación tengo con la persona mayor?
Posiblemente, el tema de conversación sea la parte más complicada de mantener una conversación con una persona mayor. Deben ser temáticas donde la persona se sienta agusto y pueda dar su opinión con facilidad.
Eso sí, no debemos saltar de tema en tema. Eso puede confundir a la persona y puede dejar de querer comunicarse con nosotros. Hay que tener presente las características de la persona. Por ejemplo, si tiene un deterioro cognitivo como el Alzheimer, debemos buscar temas de conversación donde la persona no se sienta frustrada al no encontrar las palabras exactas o los recuerdos que quiere contar.
Debemos buscar temáticas en las que puedan participar, darnos su opinión, donde se puedan sentir que ellos también tienen cosas que decir.
En ocasiones, el simple hecho de que nos cuente cómo ha sido su día o cómo se encuentra en ese momento puede ser un estupendo punto de partida para iniciar una buena conversación.
¿Y si se pone nervioso en mitad de la conversación?
Habrá situaciones donde la persona mayor no recuerde una palabra en medio de la conversación y se empiece a poner nervioso. Aquí nuestra misión es ayudarles a recordar sin que se sientan mal.
Por ejemplo, podemos señalarles el objeto con las manos o enseñarles una fotografía, repetir la palabra para que ellos lo digan por sí solos, etc. En definitiva, tener paciencia para que la conversación no se deteriore.
Otra buena técnica es repetirles las últimas palabras que han dicho para facilitarles el recordar el hilo de la conversación y puedan continuar ellos solos.
La comunicación no verbal, muy importante
La comunicación no verbal tiene la misma importancia que la verbal, aunque la gente piense que no. Nos sirve para que no haya margen de interpretaciones erróneas en una conversación. Además, con la CNV transmitimos nuestros estados de ánimo y las maneras en las que comentamos algo.
La CNV con una persona mayor también es muy importante. Hay veces que nos olvidamos de dar un abrazo, una caricia o simplemente una sonrisa. Eso puede aliviar el estrés o miedo en nuestros mayores.
Un buen manejo del lenguaje no verbal para acompañar nuestras conversaciones también facilitará la comunicación y hará sentirse más cómodo a los mayores.
La paciencia en muchas ocasiones será nuestra mejor aliada para no desesperar en el día a día. Si notamos que en ese momento no estamos siendo capaces de gestionar bien nuestras emociones y que lo estamos volcando en la conversación, es mejor darnos un tiempo fuera e intentarlo en otro momento.