Según la Confederación de Autismo de España “el Autismo Hace referencia a un conjunto amplio de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento del sistema nervioso, dando lugar a dificultades en la comunicación social, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta.“
A pesar de desconocerse las causas que lo provocan, la única información de la que disponemos es hay un cierto componente genético que presentan dichas personas. Actualmente no existe cura, aunque las terapias tempranas ayudan mucho.
Pero, cuál es el futuro de dichos niños diagnosticados con Autismo una vez llegan a la edad adulta?
Numerosos son los casos de adultos que presentan conductas relacionadas con el Autismo pero que no se acaban de diagnosticar como tales.
La razón de este obstáculo es que durante la infancia no han recibido una buena valoración y/o se les acaba evaluando con otro tipo de enfermedades como son: trastornos de conducta, depresión, entre otras. Por ello, sería conveniente una posterior revisión para poder contar con tratamientos e intervenciones que fueran más apropiados. También nos podemos encontrar con muchos casos los cuales no han sido nunca diagnosticados e incluso no han estado nunca en contacto con especialistas.
Por lo tanto, es necesario dar importancia al tratamiento que se le han dado a estas personas dentro de la sociedad a lo largo de los años y como ello, ha generado más desigualdades en la misma. Aunque seguramente, muchas de ellas ya hayan aprendido mecanismos para poder afrontar y soportar la discriminación y estereotipos.
Actualmente, el proceso de envejecimiento en las personas que presentan TEA, es una realidad complicada en la que intervienen varios actores sociales (instituciones y/u organizaciones especializadas, familias, médicos administración pública).
Hay que mencionar, además, que hay elementos importantes en los que incidir y reflexionar, como es la siguiente:
¿En qué aspectos cotidianos tendríamos que tratar con este grupo de la población?
- Ofrecer a las familias recursos individualizados para propiciar un espacio de conciliación y apoyo a las familias con hijxs adultxs (apoyo jurídico, atención psicológica, etc.)
- Trabajar para facilitar y respetar la Filosofía de Vida Independiente, proporcionando espacios de apoyo y servicios comunitarios centrados en el cumplimiento de la misma.
Es muy importante que en las políticas públicas se bases en el reconocimiento de los derechos, necesidades y las capacidades de dichas personas, proporcionando protección, seguridad y apoyos de manera individualizada, respetando ante todo, los deseos de la persona.
Para concluir este artículo, desde Innova nos gustaría reivindicar tres elementos fundamentales en la intervención en la edad adulta de este colectivo:
SALUD-SEGURIDAD-PARTICIPACIÓN
Marta Dominguez del Rio
Trabajadora Social