ADAPTACIÓN DE LA VIVIENDA
El objetivo de las personas mayores es continuar viviendo en su domicilio, en su barrio, cerca de los vecinos de toda la vida y, en definitiva, en el lugar donde se siente cómodo y socialmente integrado, de ahí, la importancia del tema que vamos a tratar en esta ocasión en cuanto a los cuidados de los mayores: la adaptación de la vivienda.
Con el paso de los años, independientemente de las patologías, enfermedades o situaciones puntuales que sufran las personas mayores, las capacidades físicas, visuales y de movilidad van sufriendo un deterioro progresivo. Por tanto, es vital realizar mejoras en la vivienda e introducir elementos que a las personas mayores le den más seguridad y mayor autonomía.
La actuación en una vivienda para hacerla más segura y accesible al mayor, supone una reducción del 70% de caídas y lesiones producidas en los domicilios y, por supuesto, evitar las complicaciones derivadas de éstos.
Los cambios y adaptaciones de la vivienda hay que realizarlas según las necesidades físicas de la persona, así como, de su estilo de vida y diagnóstico médico. En personas con silla de ruedas es muy importante el espacio para los giros y desplazamientos en las casas; en personas con Alzheimer, todas las indicaciones visuales y guías que faciliten autonomía,…
Aún así, existen unas consideraciones generales que todas las casas de las personas mayores deberían cumplir.
En el salón:
- Organizar el mobiliario y los objetos para que no dificulten el paso.
- Evitar que el cableado pueda suponer riesgo de caída por tropiezos.
- Las esquinas de los muebles tienen que ser redondeadas para evitar daños.
- Contar con un teléfono inalámbrico para facilitar el acceso a éste.
- Preferible una silla o un sillón con reposabrazos, en lugar del sofá, con altura correcta para facilitar que la persona pueda incorporarse y sentarse sin dificultad. Existen sillones eléctricos que facilitan la bipedestación.
En el dormitorio:
- La cama tiene que estar a una altura media, para facilitar que se acueste y levante sola. Para mejorar desplazamientos y autonomía de la persona, es mejor que la cama no esté colocada al lado de ninguna pared. Para problemas de movilidad importantes, se puede contar con una cama articulada con carro elevador que permitiría colocar la altura de la cama como se desee y poder incorporar a la persona para facilitar que se siente.
- Es muy importante tener cerca de la cama el interruptor de la luz y el teléfono, para cuando necesite acudir al baño o si necesitara pedir ayuda.
En la cocina:
- La altura y organización de los armarios es lo más importante. Los armarios tienen que estar a una altura adecuada para que la persona vea lo que tienen y pueda alcanzar la comida o elementos que tenga, y los cajones tienen que estar a una altura adecuada para que no tenga que agacharse en exceso. En cualquier caso, hay que valorar el uso que se le da a las cosas y priorizar su colocación en los lugares más accesibles.
- Es mejor contar con vitrocerámica, para evitar quemaduras.
- Es aconsejable tener un carrito para transportar la comida y vasos, por ejemplo, para trasladar las cosas hasta el comedor.
En el baño:
- Indispensable sustituir la bañera o ducha por un baño enrrasado, a nivel del suelo. En el caso de no ser posible quitar la bañera, colocar un asiento giratorio de bañera, muy práctico, seguro y cómodo, la forma más económica de hacer accesible el baño.
- Instalar barras o asideros en la pared, contar con un banco de ducha o un alza de WC, facilitan el uso de los elementos del baño y fomenta la autonomía de la persona.
- No utilizar alfombras en el suelo (esto vale para todas las estancias de la casa).
Adaptar una vivienda para una persona mayor, no sólo supone facilitarle autonomía, seguridad y confort. Sino darle la posibilidad de seguir viviendo en un entorno conocido, donde seguir con sus rutinas, socializarse con amigos y vecinos, y vivir dónde realmente quiere, es su casa.
VÍCTOR MANUEL LORO RUBIO
DIRECTOR-TERAPEUTA OCUPACIONAL
INNOVA ASISTENCIAL