Para comprender mejor la afectividad en las personas mayores, vamos primero a definir qué es el propio concepto de afectividad.
“Es la capacidad que tiene el individuo para reaccionar ante ciertos estímulos y que se caracteriza por los sentimientos y la emociones”.
De forma más sencilla podemos habla de las muestras de amor que una persona brinda, no solo a otras personas, sino también a animales.
Un entorno afectivo adecuado es importante a lo largo de toda la vida. Hay dos momentos donde se le da una importancia superior: en la infancia y en la vejez. En esta ocasión nos centraremos en este último.
El colectivo de personas mayores es muy heterogéneo y las problemáticas son muy variadas. Cómo afrontan esta etapa depende en gran medida de cómo hayan vivido las etapas anteriores.
Existe la creencia de que las personas mayores tienden a aislarse, a estar tristes, pero eso no es del todo real.
Son muchas las personas mayores de 65 años con vidas muy activas, con un círculo amplio de amistades y familiares donde su afectividad positiva está muy reforzada.
Hay variables que influyen de manera determinante en la afectividad de una persona, algunas de estas son:
- La pérdida de autonomía personal.
- La necesidad de una tercera persona para realizar actividades básicas cotidianas.
- La pérdida de familiares y amistades.
Estos y otros aspectos afectan al estado anímico del anciano y de cómo afronta su futuro.
Nos encontramos con un grupo importante de ancianos con fuertes vínculos familiares. Por lejanía, trabajo y/o obligaciones familiares, en muchas oasiones, no pueden pasar el tiempo suficiente que necesitan.
Esto lo suplen con una vida social más activa y con apoyos externos, como cuidadores. No solo les cubren las necesidades básicas, sino también les aportan compañía y en muchos casos, crean vínculos afectivos.
Somos un país con una población envejecida y por ello nos hemos preocupado de crear centros y servicios sociosanitarios que cubran las necesidades de atención de nuestros mayores.
Desde Innova Asistencial queremos no solo atender la parte más asistencial, sino también reforzar su entorno afectivo. Brindamos profesionales implicados en la atención global de la persona y preocupados por cubrir sus necesidades físicas y afectivas.
Natalia Martínez Diez
Trabajadora Social