Con el paso de los años la memoria comienza a fallar. El cerebro debe estar en constante ejercicio y en el momento en el que este desciende su actividad, reduce su capacidad. Puede llegar a afectar a la orientación, la concentración, la atención y hasta al lenguaje.
Pero cómo lo evitamos. En Innova Asistencial te explicamos los conceptos a tener en cuenta y te damos algunos consejos.
Estimulación cognitiva, sinónimo de mantenerse en forma
La estimulación cognitiva es un conjunto de técnicas y estrategias que tienen como objetivo la mejora del rendimiento y eficacia de las capacidades cognitivas como la memoria, la atención o la percepción, entre otras.
Esta actúa sobre aquellas habilidades que se encuentran todavía preservadas por medio de actividades y programas que promueven su mejora. Además de potenciar aquellas que funcionan por medio de mecanismos de neuroplasticidad cerebral.
Por lo que, la clave principal para mantener activa la mente es aumentar su potencial y prevenir los déficits. Una buena estimulación cognitiva puede permitir que las personas mayores conserven sus capacidades de la mejor manera posible.
Diferencia entre entrenamiento y rehabilitación cognitiva
En este punto, existe una diferenciación entre lo que es un entrenamiento y una rehabilitación. Al igual que en las actividades físicas, el entrenamiento cognitivo es un conjunto de técnicas que se dirigen a estimular y mantener el funcionamiento cognitivo, o aumentarlo hasta su máximo rendimiento, siempre que actúe sobre aquellas capacidades que se encuentran en un nivel todavía normal.
Por el contrario, la rehabilitación cognitiva engloba a aquellas actividades que tienen como objetivo recuperar la capacidad cognitiva, siempre actuando sobre aquellas capacidades y habilidades que se encuentran deterioradas debido usualmente a una enfermedad o patología mental.
Beneficios de la estimulación cognitiva
Todos los ejercicios van enfocados a la consecución de una mejora significativa de todas las funciones cognitivas del residente, por medio de su realización periódica. Con estos se consigue, en líneas generales:
- La mejora en el funcionamiento cognitivo.
- Ralentizar el proceso de deterioro en el caso de que la enfermedad avance.
- Reforzar y aumentar la autoestima de la persona y su propia autonomía para realizar las rutinas cotidianas.
- Evitar la desconexión con el propio entorno.
- Evitar el estrés causado por el deterioro cognitivo.
Algunas herramientas para estimular la mente
Se trata de un área en la que en muchas ocasiones, lo mejor es acudir a un centro especializado donde puedan establecer unos ejercicios personalizados. Sin embargo, los estímulos pueden realizarse a diario. Desde intentar situar en espacio-tiempo a la persona, hasta intentar realizar ejercicios como la escritura, la lectura,… También, por medio de la participación en juegos de mesa como el ajedrez, el parchís o el dominó.
En muchas ocasiones, la soledad juega un papel fundamental a la hora de mantener estos estímulos cognitivos. Por ello, se debe procurar que la actividad social y cognitiva se mantenga despierta en la medida de lo posible.
Ahora, la pregunta es ¿tienes tu cerebro en forma?