Uno de los grandes problemas que nos encontramos en el cuidado de personas encamadas o con deterioro de movilidad, son las úlceras por presión , generadas principalmente por este estado de inmovilismo. La principal causa de la aparición de las úlceras, es la presión misma, que causa el cierre de los capilares, disminuyendo el aporte de oxígeno a los tejidos. A dicha presión hay que sumarle otro tipo de factores que influyen en la aparición de dichas úlceras:
- Deficiencias nutricionales, lesiones cutáneas.
- Infecciones.
- Pérdida de sensación de dolor.
- Derivados de tratamientos con sedantes, sondajes,…
- Derivados del entorno: roce de la ropa, cama, mala praxis, mala formación del cuidador…
PREVENCIÓN
Lo más importante que tenemos que tener en cuenta sobre las úlceras por presión, es su PREVENCIÓN, en esta ocasión más que nunca, puesto que la recuperación de ese tejido supone una tarea muy difícil y duradera en el tiempo, más si cabe, atendiendo al perfil tipo de las personas que las sufren, persona mayor, con inmovilismo prolongado, deficiencias nutricionales y estado de salud frágil, situaciones que complican aún más el tratamiento de las úlceras.
La prevención es básica para evitar las consecuencias que supone la aparición de estas lesiones:
- Infección de tejidos adyacentes y a distancia.
- Pérdida de proteínas.
- Anemia crónica, el organismo hace uso de nutrientes para intentar cerrar la herida.
- Pérdida de líquidos y sales minerales por el exudado, que puede derivar en deshidratación.
- Dolor por afectación de terminaciones nerviosas y otras estructuras profundas.
- Aislamiento social y afectación psicológica por el mal olor que produce la destrucción de tejidos y la infección de los mismos.
LOCALIZACIONES MÁS COMUNES
A la hora de prevenir la aparición de úlceras por presión es importante vigilar las zonas (rojeces en la piel)con más riesgo de sufrirlas, aquellas que por la posición de la persona tienen mayor presión. Cabe decir, que en cualquier zona del cuerpo, pese a no estar descrita a continuación, puede aparecer una úlcera, si recibe una presión importante el tiempo suficiente para lesionar los tejidos.
1. Boca arriba (decúbito supino), las zonas más afectadas son:
- Sacro y zona glútea.
- Talones.
- Codos.
- Escápulas y hombros.
- Occipital
2. De lado (decúbito lateral):
- Caderas.
- Rodillas (tanto lado interno como externo).
- Hombro.
- Orejas.
¿QUÉ HACER? MEDIDAS PREVENTIVAS
La actuación del cuidador en la prevención de las úlceras por presión es la más importante, es la figura básica para lograr el entorno más seguro y realizar las actuaciones necesarias para evitarlas.
- Inspeccionar la piel de forma sistemática y diaria, en los puntos de mayor riesgo principalmente, y mantenerla limpia, seca e hidratada.
- Vigilar protuberancias. No hacer masajes con presión sobre las prominencias óseas/articulaciones.
- Cambios de posición frecuentes, cada 2 horas en personas encamadas y cada hora en posición sentado. El uso de material antiescaras (cojines, colchones) no sustituyen los cambios posturales pero pueden alargar los intervalos de cambio de posición.
- Evitar levantar el cabezal de la cama más de 30º, puesto que provoca más presión en la zona sacra, uno de las más afectadas.
- No arrastrar la piel por las sábanas al posicionar o elevar a la persona en la cama. Es mejor utilizar ayudas técnicas como trapecios si puede colaborar o uso de grúas domiciliarias de las que hablamos en un post anterior.
- Evitar evidentemente posicionar a la persona sobre úlceras ya existentes.
- Animar a la persona, si puede, para que se reposicione por sí solo de manera frecuente.
- A la hora del aseo, utilizar agua tibia y jabones neutros en la higiene diaria y secado meticuloso sin hacer fricción.
- Usar cremas hidratantes, evitar colonias, alcohol o talco, ya que provocan sequedad en la piel.
- Lubricar la piel con ácidos grasos hiperoxigenados varias veces al día, que podemos encontrar en cualquier farmacia, con un masaje suave y circular sin presión para estimular la circulación de la zona.
- Mantener la ropa de la persona limpia, seca y sin arrugas.
- Si la persona tiene incontinencia, hay que evitar la humedad, ya que provoca maceración y edema, secar meticulosamente la zona.
Todas estas medidas son recomendaciones básicas para evitar la aparición de las úlceras por presión, lesiones que en sus grados más graves, puede durar en curarse entre 6 meses a un año, si no existen complicaciones que impidan la cicatrización total.
Es, por tanto, la prevención, el factor clave para mantener una calidad de vida buena en nuestros familiares y usuarios. Tan importante como la labor del cuidador, es facilitar una asistencia activa, fomentar que la persona participe y colabore en todo lo que pueda para no llegar a una situación de inmovilismo total que favorece la aparición de las úlceras por presión.
VÍCTOR MANUEL LORO RUBIO
DIRECTOR-TERAPEUTA OCUPACIONAL
INNOVAASISTENCIAL