Día Mundial del Ictus
El día 29 de Octubre se celebra el Día Mundial del Ictus. El Ictus es una enfermedad neurológica, que por causa hemorrágica (rotura de vaso sanguíneo) o isquémica (bloqueo del flujo sanguíneo por un trombo o una embolia), provoca, de forma brusca e inesperada: alteración del lenguaje, pérdida de fuerza o sensibilidad, alteración de la visión, pérdida de coordinación y/o equilibrio y dolor intenso y punzante de cabeza.
Actualmente en España, el Ictus es la segunda causa de muerte en España (la primera en mujeres) y la primera causa de dependencia en las personas mayores, por ello, la importancia de llevar a cabo un buen manejo de esta situación. 7 de cada 100 personas mayores han sufrido un ictus, con un crecimiento estimado de aquí al 2025 del 27%, dato muy relacionado con el aumento de la esperanza de vida.
En la recuperación post-ictus se marcan tres fases: una inicial durante los primeros 6 meses de rehabilitación (en la que hay mayor progreso y mejora de los pacientes), fase intermedia de 6 meses hasta el año (se continúa recuperando pero en menor medida y más lentamente) y fase crónica, a partir del año (la mejora se basa en refinar aspectos de coordinación, aprendizaje de estrategias de autonomía y mantenimiento de lo conseguido en anteriores fases).
Ictus = dependencia
El mayor impacto que genera el ictus es la dependencia. Como consecuencia de un episodio de ictus, el 50% de las personas tiene dificultad para conseguir una marcha funcional y son dependientes para las actividades de la vida diaria, como comer, vestirse, ducharse,…
Dentro de todos los déficits que puede ocasionar un Ictus, la hemiplejia (lesión cerebral que produce incapacidad o dificultad motora en cara, cuello y miembros superiores e inferiores del lado contrario a la lesión cerebral) es la más habitual, un 90% de los afectados con Ictus la tienen.
Por ello, es muy importante saber actuar tras un Ictus y la colaboración del propio afectado como de sus familiares con la rehabilitación, para minimizar esta falta de autonomía.
¿Cómo podemos colaborar con la recuperación después del ictus?
POSICIONAMIENTO EN CAMA:
Una postura correcta facilitará su recuperación y evitará complicaciones como úlceras por presión ,acortamientos, reducirá espasticidad,… Es aconsejable, si la persona no lo puede hacer por sí mismo, el cambio de postura cada 2-3 horas.
• Tumbado boca arriba
Cabeza mirando hacia el lado afecto (como veremos posteriormente la cama tendrá que situarse en el lado de la habitación donde los familiares se presenten por el lado afecto). El brazo pléjico se colocará estirado sobre una almohada, un poco por encima del cuerpo, para evitar retenciones de líquido. El miembro inferior afectado deberá estar también estirado, colocando una almohada en el lateral externo para evitar la rotación de la pierna y colocaremos otra almohada en el pie para forzar que esté a 90º de flexión.
• Tumbado sobre el lado sano
El cuerpo debe estar bien alineado, apoyando completamente la cara interna de miembro superior e inferior afectados sobre una almohada. Tanto el hombro, como la cadera y rodilla, tienen que posicionarse en flexión, como figura en el dibujo.
• Tumbado sobre el lado pléjico
Se coloca una almohada en la parte posterior del cuerpo, para dar estabilidad a la persona, el tronco debe estar apoyado sobre dicha almohada. El brazo pléjico extendido y mano hacia arriba. Pierna pléjica extendida y la otra, con ligera flexión de cadera y rodilla.
(Imágenes de VITHAS NEURO RHB)
MOVILIZACIONES EN CAMA Y SEDESTACIÓN
• Giro sobre el lado pléjico
Nos colocamos sobre el lado afectado y le pedimos a la persona que coja con la mano sana la mano pléjica, la idea es que, en ningún momento, el movimiento quede bloqueado por la parte pléjica. La persona colocará la pierna sana con flexión de cadera y ayudaremos al giro, dando apoyo desde el hombro y desde la cadera sana de la persona.
• Giro sobre el lado sano
Nos colocamos sobre el lado sano, y le pedimos a la persona que coja con la mano sana la mano pléjica y colocamos la pierna en flexión de cadera y rodilla. Ayudamos al movimiento, dando apoyo desde el hombro y cadera del lado afectado.
• Incorporación de sentado a tumbado
Nos colocamos en el lado afectado. Posicionamos a la persona al borde de la cama, pierna sana por encima de la afectada y miembro sano cruzando la línea media del tronco. Colocamos las manos para dar apoyo en la cintura escapular del lado afectado y cara lateral de la rodilla sana. Realizamos un movimiento en bloque, incorporando a la persona desde el apoyo de la cintura escapular y dirigiendo el movimiento desde el apoyo en la rodilla.
• Posición Sentado
La posición debe ser lo más simétrica posible. Si estamos ante una mesa, colocar los brazos sobre la mesa y en posición neutra. Cadera, rodillas y tobillos a 90º, apoyando completamente los pies en el suelo.
Podéis ver más movilizaciones que pueden ser de gran utilidad (como pasar de silla a silla, de silla a bipedestación y apoyo en la marcha) en: TRANSFERENCIAS Y MOVILIZACIONES EN PERSONAS DEPENDIENTES
Hasta aquí, todo lo relacionado con buenas prácticas en el posicionamiento de una persona que ha sufrido un Ictus.
En la próxima entrada de CUIDADO DE MAYORES: ¿CÓMO PODEMOS AYUDAR DESPUÉS DE UN ICTUS? 2ª parte, trataremos los aspectos más importantes de cómo ayudar a la recuperación funcional en las actividades de la vida diaria (en el vestido, aseo, comida, …) y cómo preparar la casa para favorecer una pronta recuperación.
VÍCTOR MANUEL LORO RUBIO
DIRECTOR INNOVA ASISTENCIAL