La incapacidad permanente total es una prestación reconocida por la Seguridad Social en España, en la que debido a un accidente o enfermedad, se le da a personas que no pueden desarrollar las funciones de su trabajo habitual con normalidad. No obstante, que tengan esta incapacidad reconocida no les supone un impedimento para desempeñar otras actividades que sean compatibles con su estado de salud actual. Obtener esta prestación conlleva una serie de beneficios y ventajas en los ámbitos económicos, fiscales, laborales y sociales, lo que convierte este reconocimiento en una ayuda integral para quienes se la conceden.
El hecho de vivir con una incapacidad puede generar preocupación e incertidumbre, tanto en lo personal como en lo financiero, entre otros. Es por ello que para las personas que se encuentran en esa situación, existen derechos y beneficios que pueden solicitar tener. Es clave conocer todas las ventajas que ofrece tener esta prestación para poder garantizar una mejor calidad de vida y una estabilidad económica mejor.
¿Cómo se consigue la incapacidad permanente total?
Para poder ser concedida, hay que pasar primero por una evaluación administrativa y médica. En estas evaluaciones se determinará si efectivamente la persona no puede desarrollar su profesión habitual, pero sí otras actividades laborales.
- Si la incapacidad es por enfermedad común: se considera la profesión habitual al trabajo que ha desarrollado en último año
- Si la incapacidad es por accidente: se considera el trabajo que desarrollaba en ese momento.
Además, una vez se obtiene este reconocimiento tras las revisiones, lo común es que cada cierto tiempo se vuelvan a hacer otras revisiones para comprobar que el beneficiario sigue en la misma situación.
¿Cuándo se puede retirar la incapacidad permanente total?
Aunque la incapacidad permanente total puede ser vitalicia, existen situaciones en las que esta prestación puede ser retirada, como:
- Por recuperación de la persona beneficiaria
- Por conseguir la pensión de jubilación
- Si se ha conseguido la ayuda de manera fraudulenta
Diferencia entre incapacidad permanente total y absoluta
Es importante distinguir entre la incapacidad permanente total y la incapacidad permanente absoluta. Esta última sí impide cualquier tipo de actividad, mientras que en la primera, el beneficiario puede desarrollar una vida laboral que se adapte a sus necesidades y capacidades. Es por ello que con esto se abren ciertas posibilidades tanto a la hora de poder acceder a prestaciones adicionales como en lo laboral.
Cómo solicitar la incapacidad permanente total
Una vez se reconoce la incapacidad permanente total, esa persona pasa automáticamente a tener el grado de discapacidad del 33%. Y dentro de esto y basándose en cada caso, es posible recibir un grado mayor.
La incapacidad permanente total puede ser solicitada de dos maneras:
- Presencial: llevando la documentación solicitada a las oficinas de la Seguridad Social.
- Online: a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social
¿Cuáles son los derechos y beneficios para los reconocidos con incapacidad permanente total?
A continuación, te detallamos todos los derechos y beneficios que puedes solicitar si tienes una incapacidad permanente total, los cuales van a mejorar tu bienestar y el de tu familia:
Beneficios económicos
- Pensión mensual. Esta ayuda es equivalente al 55% de la base reguladora del trabajador. Además, puede incrementarse hasta al 75% si la persona con la incapacidad tiene 55 años o más y está en situación de desempleo. A esta situación en concreto se le conoce como incapacidad permanente total cualificada.
- Compatibilidad con el trabajo. La ayuda de la pensión mensual es compatible con otras labores que pueda realizar el beneficiario y que no entren en conflicto con las limitaciones que tenga.
Beneficios fiscales
- Reducción del IRPF. Las personas con incapacidad permanente total tienen una deducción fiscal en el impuesto sobre la renta de las personas físicas. Esta reducción irá basándose en el grado de discapacidad que tengan reconocido.
Beneficios sociales
- Reconocimiento del grado de discapacidad. Como hemos mencionado anteriormente, una vez se tiene esta prestación, de manera automática también se obtiene un grado de discapacidad del 33%. Gracias a este reconocimiento, se puede acceder a diferentes beneficios sociales y programas de apoyo para estas personas.
- Viviendas de protección oficial. Las personas que obtienen la incapacidad permanente tienen prioridad para acceder a la compra o alquiler de viviendas de esta categoría que están adaptadas a sus necesidades.
- Ayudas para la adaptación de vivienda. También existen ayudas y subvenciones destinadas a mejorar la calidad de vida y la accesibilidad en las residencias de las personas con discapacidad.
- Ayudas para el transporte. Destinadas para cuando es necesario adaptar un vehículo que esté ya en propiedad, para matricular un vehículo ya adaptado y una reducción del IVA del 4% cuando se compra un vehículo nuevo.
- Otras prestaciones adicionales. Hay otras prestaciones consideradas en la Ley de Dependencia y los beneficiarios de la incapacidad permanente total pueden acceder a ellas. Se incluyen otras ayudas económicas y servicios de asistencia personal, entre otros.
Beneficios laborales
- Prestaciones por desempleo. Si el beneficiario puede desarrollar actividades compatibles con su incapacidad y resulta desempleado, puede solicitar la ayuda correspondiente al desempleo sin que eso le afecte al ingreso que reciba por el otro reconocimiento de incapacidad.
- Formación y reciclaje profesional. Existen programas de formación y reciclaje profesional para las personas con esta incapacidad, de manera que se les ayuda a volver a integrarse en el mundo laboral en puestos que puedan desarrollar.
¿Quién puede solicitar la incapacidad permanente total?
Existen tres requisitos mínimos para que una persona pueda solicitar esta prestación.
- No poder acceder a la pensión de jubilación.
- Que la persona interesada esté dada de alta en la Seguridad Social o estar afiliada.
- Si la incapacidad se da por enfermedad, que previo a ello la persona haya cotizado.
Obtener el reconocimiento de la incapacidad permanente total es una oportunidad para garantizar una mejor calidad de vida a quienes no pueden trabajar en su actividad habitual. La prestación económica, el grado de discapacidad y las ventajas sociales que ofrece son esenciales para poder adaptarse a esta nueva etapa de la vida.